No negocies contigo mismo

¿Conoces la fábula del pastor y el lobo?

Un pastorcito bromista subía con frecuencia a la colina y gritaba "¡Lobo! ¡Un lobo ataca a mis ovejas!

Alarmados, todos los habitantes llegaban con palos y hachas para alejar al lobo.

Hasta que un día vino un verdadero lobo a por sus ovejas...

Por supuesto, nadie le creyó, pensando que era otra broma.


¿Te tomas en serio a ti mismo?


La moraleja de esta historia también se puede extrapolar a uno mismo. Si a menudo te dices a ti mismo que vas a hacer una cosa, y no la haces, no te tomarás demasiado en serio, o incluso te acabarás despreciando.

Es una conclusión bastante simplista, pues "no tomarse las cosas demasiado en serio" creo que es una buena y equilibrada forma de vivir.

Otra forma de verlo es fijándose en quienes se construyen una realidad paralela para convencerse a si mismos de que el camino que recorren es el verdadero camino. Quienes siempre tienen una excusa, un razonamiento intrincado, para no vivir de verdad.

Y quizá te preguntes: ¿Qué es vivir de verdad según mi criterio, el de Samuel, entrenador personal de Rudefit? Siendo consciente de que me dejo muchísimo en el tintero y de que el contexto de cada uno importa mucho, considero que vivir de verdad incluye:

- Ganarse la vida alegremente, sin ser una carga para nadie, y, una vez te lo puedas permitir, ayudando a tu gente.

- Minimizar las cosas que nos encadenan, distinguiendo lo que es una cadena de lo que es un bonito lazo, y entendiendo que el objetivo no es que tu serenidad sea independiente de todo. Somos humanos, seres sociales, no androides.

- Responsabilizarse de los básicos que necesitan nuestro cuerpo y nuestra mente.

Considero que estos puntos son esenciales, no opcionales.


Normalizamos las mentiras


Volviendo a lo de mentirnos a nosotros mismos hasta el punto de normalizarlo, también nos ocurre con lo que vemos fuera. Como vemos a mucha gente descuidándose, lo normalizamos. Como la enfermedad abunda, creemos que es normal (aunque reconozco que, una vez ya estás enfermo, pensar esto ayuda, quitándote presión innecesaria).

No es normal. Es consecuencia de la parte oscura de la sociedad.

Todos nos creemos la mentira de que, por ejemplo, no hacer ejercicio es una opción respetable. ¿Respetable para quién? ¿Para los que, a causa de tu irresponsabilidad, tengan invertir una década de su vida o más cuidándote?

¿Crees que necesitas entrenar muchísimo para estar bien y por eso no lo haces porque no merece la pena? Craso error. Cuando peor estés mayor será la recompensa de cada minuto de entrenamiento. No gastarás tiempo, lo ganarás. Investiga todas las afirmaciones que hago y solo encontrarás que estoy en lo cierto.

¿Crees que es normal llegar a anciano hecho un destrozo? No lo es.

¿Crees que entrenar fuerza y aprender a comer es algo solo reservado para los presumidos? Una conclusión, cuanto menos, atrevida. Y absolutamente errónea. Cabalgar bien tu cuerpo solo te reportará un beneficio tras otro, que van mucho más allá de la apariencia. La apariencia suele ser un buen indicativo de tu salud, por cierto.

¿Crees entonces que no entrenar fuerza es una opción respetable? Insisto. No lo es. Tu cuerpo y mente, tus genes, lo están esperando. Están aullando. Te gritan con todas sus fuerzas. Pero la sociedad a convencido a muchos de que ese grito es una ilusión irreal.

Dicho de otro modo: no soy partidario de que "todas las opiniones son respetables". Es bastante tonta esta afirmación, ya que hay opiniones que solo causan sufrimiento. ¿Respetarías que yo opinara que matar está bien?


A pesar de todo, te apoyo


Apaciguando un poco mi furia escritora, si te sientes señalado en algunas de mis declaraciones, debo decirte, con sinceridad, que te entiendo y que te apoyo (dudo que seas un vil insecto sin ganas de mejorar si has llegado hasta este punto del artículo). Vivimos en una sociedad compleja, con infinitas posibilidades. Es normal que seamos ignorantes de muchas cosas. Es normal que perdamos el control del vez en cuando.

Pero esa es precisamente nuestra responsabilidad, recuperar el control cuando lo perdemos. Es nuestra responsabilidad tener una idea clara de cuáles son esas cosas esenciales que hemos de cuidar a diario, sin importar los percances que estemos viviendo.

Como homo sapiens que tiene la suerte de vivir en un país desarrollado, es tu obligación poner tu atención sobre los "basics" de la salud. Cuando los entiendas y los controles, podrás seguir haciendo lo que te apetezca.


No tengo tiempo / Ya tengo una edad


En nombre de toda la humanidad, si ahora mismo estás convencido de que no tienes tiempo o que ya es demasiado tarde para hacerte el bien, hazte un favor. Préndete fuego y renace de tus cenizas.

¿De qué sirve el tiempo si no disfrutas de la vida? ¿De qué sirve tu tiempo si mañana te da un infarto? ¿De qué sirve tu tan preciado tiempo si tu cuerpo no alcanza a hacer ni un 5% de lo que es capaz? ¿Estás conforme con no poder saltar una mesa? ¿Eres un humano o una tortuga?

Seas lo mayor que seas, nunca es tarde para mejorar muchísimo tu estado físico y mental. Te lo aseguro. Lo he visto yo con mis propios ojos. Y también lo afirma contundentemente la ciencia.

Es realmente triste es que haya tantísimas personas que pasan toda su vida destrozándose paulatinamente el cuerpo y la mente sin plantearse siquiera si están haciendo algo mal. O lo mejor se lo han planteado, pero su dejadez es más grande que el respeto a uno mismo

¿Cómo empezar?


No dejes que la ansiedad llegue a tus tierras. Domar los "basics" de la salud para que jueguen a tu favor es mucho más sencillo de lo que pueda parecer.

Empieza entrenando fuerza. Y luego déjate llevar por la bola de nieve virtuosa.

No negocies contigo mismo. Empieza sin más.